Grow-Olive-Trees-from-Cutting

La importancia de la poda en la formación, la producción y la explotación del olivar

Para sacar la mayor rentabilidad posible a nuestra explotación de olivar y optimizar su desarrollo debemos todos los cuidados necesarios, entre ellos, el riego o el uso correcto de abonos y fertilizantes. Sin embargo, otro paso muy importante al que le debemos prestar especial atención es la poda, ya que afecta directamente en el resultado de la producción desde el principio.

¿En qué consiste la poda de un olivo?

La poda es la acción de eliminar todos los residuos y elementos inservibles que obstaculizan el crecimiento del árbol, tanto en las ramas, como en las hojas. El objetivo es que el olivo crezca sano y recto, lo que amplía sus capacidades productivas y facilita la recolección de la aceituna.

¿Cómo se podan los olivos?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la poda no siempre se realiza de la misma forma, sino que va a depender del momento en el que se encuentre el olivo dentro de su vida útil.

En esta ocasión, vamos a hablarte de la poda de formación, que es la que se realiza durante los primeros años de vida del olivo, de ahí su importancia. Todas las intervenciones van a ir encaminadas a la constitución del armazón del árbol para que pueda soportar de la mejor manera posible tanto los órganos vegetativos, como las cosechas durante el mayor número de años.

En este tipo de poda se recomienda atar y sujetar el árbol con tutores para limitar la poda a la zona por debajo de la sujeción, normalmente sobre un metro, lo que marcará la altura de la copa. De esa forma, cuando crezca, el olivo tendrá una altura mínima de copa y permitirá a los trabajadores moverse a su alrededor.

Tras los tres primeros años, se deberán realizar podas ligeras entre los meses de otoño e invierno para eliminar ramas enfermas o que salgan por debajo de la copa, así como por la parte superior con el fin de facilitar la incidencia del sol en las ramas bajas. 

Con el tiempo y cuando la copa del árbol esté formada, debemos realizar una poda de mantenimiento, que consiste en quitar las ramas más viejas para favorecer a las jóvenes y conseguir así una producción más abundante.

 

¿Cómo realizo la poda?

En la poda debemos quitar la hojarasca excesiva, todas las ramas secas, rotas o enfermas, así como las que no sirvan y hagan sombra a las demás.

Para ello, podemos emplear cizallas o tijeras de podar en las ramas pequeñas y una sierra en las más grandes. Es muy importante que el corte sea limpio, porque si no podríamos dañar el olivo.

 

Errores a evitar

-Formación en candelabro. Se producen generalmente tras un pinzamiento de la guía que provoca una reacción de brotes horizontales que luego corrigen su inclinación. El inconveniente principal en este tipo de ramas que la savia no circula bien, lo que provoca una emisión de chupones en el tramo horizontal, siendo esto aún mayor si se permite la entrada de luz.

-Dejar ramas por debajo de un metro. Como hemos comentado antes, si durante los primeros años no respetamos la altura de la cruz a un metro, luego nos encontraremos con ramas demasiadas bajas que generarán problemas durante la cosecha por su proximidad al suelo y la insuficiencia de espacio para intervenir.

-Poda abusiva. Si cortamos demasiado, puede darse el caso de malformación en las ramas principales debido al parón de savia propio de los excesivos cortes realizados, retrasando el conjunto del crecimiento. En casos extremos, al dejar los interiores tan desnudos, se pueden quemar ramas por el sol.

Comments are closed.